lunes, 24 de agosto de 2015

LAS IDEAS TE HACEN FUERTE...




Las Ideas Te Hacen Fuerte... PERO SON
LOS IDEALES LOS QUE TE HARAN INVENCIBLE





Las ideas reflejan el talento creador del ser humano, son los destellos de la genialidad, erudito es el que ha acumulado mucha información y verdaderamente es un privilegio su memoria; en cambio, el genio es aquel que tiene la capacidad de combinar la información muchas veces tan diferente que para muy pocos es posible visualizar.

Por ejemplo, cuántos hemos visto caer una manzana de un árbol, pero solamente Newton observó en este acontecimiento tan común una respuesta al misterio de la caída de los cuerpos y de la atracción, y dio origen a su famosa ley de la gravedad que revolucionó al mundo, y dio inicio a innumerables estudios científicos. 

Si el ser humano es a imagen y semejanza de DIOS, la imagen que la historia de la pintura nos presenta es la imagen de un hombre anciano, bondadoso y sabio que es la visión que el artista ha hecho de DIOS en su imaginación, el problema sería, ¿cómo el ser humano se hace semejante a DIOS? Si DIOS es el Creador por Excelencia y su definición es de quien hace de la nada, ¿de dónde hereda el hombre la posibilidad de ser semejante a Él? En la co-creación, es decir, cuando creamos, semejamos la grandiosidad del Creador, en el proceso creativo refleja el ser humano su origen divino. 

Las buenas ideas nos hacen destacar y aún más si logramos con nuestra audacia llevarlas a la práctica; nos ganaremos el prestigio de emprendedores, de ser desafiantes, que logramos cristalizar lo que se nos ocurra llevar a cabo, claro, algunas veces no alcanzaremos nuestras metas, pero los triunfos aunque no son tantos como los intentos, nos hacen cobrar respeto hacia los demás. 

Las columnas que sostienen a la humanidad, los que han hecho avanzar al mundo son los idealistas, aquellos pocos que han sumado en su vida la realización de sueños en beneficio de los demás, donde su egocentrismo fue rebasado por su propia generosidad. 

Son aquellos que han puesto los intereses de la comunidad sobre los propios, son los que han asumido la responsabilidad de problemas que ellos mismos no han provocado, son más grandes que la libertad pues asumen con heroísmo el resolver problemas que ellos no han causado. Así encontramos a quien se compromete con salvar la ecología del planeta, a los niños de la miseria, el llevar la estrella de la libertad a un pueblo esclavizado, a rescatar un joven de la drogadicción, el dar consuelo a un anciano abandonado, son aquellos que han superado la reciprocidad del amor limitado y sin importarles la recompensa les basta a sí mismos amar a quien no conocen, dar la vida por seres que tal vez nunca conocerán. Son los triunfadores de orden superior, invencibles porque nadie podrá borrarlos de la memoria de sus naciones y han contribuido para hacer del hombre un ser más digno y justo. 

Pongamos en práctica nuestros ideales y trascenderemos!!!!

EL ÁRBOL DE LOS PROBLEMAS




EL ÁRBOL DE LOS PROBLEMAS

La historia de un carpintero que tuvo un día lleno de problemas, pero que al final de la jornada pudo darle una invaluable lección a un granjero, con su ARBOL DE LOS PROBLEMAS...






Un hombre después de pensarlo se decidió a reparar una vieja casa que tenía en una granja. Entonces, contrató a un carpintero que se encargaría de todos los detalles logísticos de restauración. 

Un día decidió ir a la granja, para verificar como iban todos los trabajos. Llegó temprano y se dispuso a colaborar en los quehaceres que realizaba el carpintero. Ese día parecía no ser el mejor para el carpintero. Su cortadora eléctrica se había dañado, haciéndole perder dos horas de trabajo. Después de repararla, un corte de electricidad en el pueblo le hizo perder dos horas más de trabajo. Tratando de recuperar el tiempo, partió dos cierras de su cortadora. Ya finalizando la jornada, el pegamento que disponía no le alcanzaba para mezclar su fórmula secreta de acabado. 

Después de un día tan irregular, ya disponiéndose para ir a su casa, el camión se le negaba a arrancar. Por supuesto, el dueño de la granja se ofreció a llevarlo. Mientras recorrían los hermosos paisajes de la granja, él iba en silencio meditando. Parecía un poco molesto por los desaires que el día le había jugado. 

Después de treinta minutos de recorrido llegaron a la casa del carpintero, y de sorpresa lo invitó para que conociera a su familia. Mientras se dirigían a la puerta, el carpintero se detuvo brevemente frente a un pequeño árbol, de color verde intenso y por demás hermoso. Tocó varias ramas con sus manos, mientras admiraba sus preciosas hojas.
Cuando abrió la puerta, ocurrió una sorprendente transformación. Su bronceada cara estaba plena de sonrisas y alegría. Sus hijos se lanzaron sobre él, dando vueltas en la sala. Le dio un beso a su esposa y lo presentó. Le invitó un refresco y una suculenta empanada. Ya despidiéndose, lo acompañó hasta el auto. 

Cuando pasaron nuevamente cerca del árbol, la curiosidad fue grande y le preguntó acerca de lo que había visto hacer un rato antes. Le recordó su conducta con el árbol.
¡Ohh!, ese es mi árbol de los problemas, contestó. 

Y luego procedió a explicar y dijo: sé que no puedo evitar tener dificultades en mi trabajo, percances y alteraciones en mi estado de ánimo. Pero una cosa si es segura: Esos problemas no pertenecen ni a mi esposa y mucho menos a mis hijos. Así que simplemente los cuelgo en el “árbol de los problemas” cada noche cuando llego a casa. Luego en la mañana los recojo nuevamente, porque tengo que solucionarlos. Lo divertido es, dijo sonriendo el carpintero, que cuando salgo en la mañana a recogerlos, no hay tantos como los que recuerdo haber colgado la noche anterior

El dueño de la granja se subió a su auto, meditando sobre la estrategia del carpintero para ser más feliz y evitar contaminar el hogar con los problemas laborales. Entonces se dijo, valió la pena el paseo de hoy.

Llegó a la granja y se dispuso a seleccionar su árbol de los problemas. Y desde entones cada vez que llegaba a su hogar ya saben lo primero que hacía.


Reflexión:

“Tenemos que saber que el mundo sólo se puede captar mediante la acción y no la contemplación. El impulso más poderoso, en el ascenso del hombre, es el placer que le produce su propia habilidad. Gocemos haciendo lo que hacemos bien, y habiéndolo hecho bien, gocémonos haciéndolo mejor y lo que no sabemos aprendámoslo y gocemos aprendiendo y luego seremos mejores porque habremos aprendido con gozo”.